Por César Ramón Cuello
Acepción
La primera acepción que el diccionario Larousse le otorga a la palabra democracia establece que es el “gobierno en el que el pueblo ejerce la soberanía eligiendo a sus dirigentes”. Dicho de otra manera podría expresarse que, cuando regularmente existen elecciones para elegir gobernantes, existe una “democracia”.
Esta acepción que el diccionario le adjudica al vocablo, más que con la esencia de la Democracia, tiene ver con la representación, un aspecto particular de una forma de gobierno. El denominado Representativo en el en que, “bajo diversas formas, concurre la nación, por medio de sus representantes, a la formación de las leyes”. Luego, bien puede haber elecciones bajo el imperio de otra forma de gobierno que no sea la democrática.
Por otra parte, comúnmente se entiende por democracia al “gobierno del pueblo”, vocablo vasto y generalizado que carece de precisión. Es en realidad una expresión muy amplia en contenidos. A tal punto que es usual contraponer comunismo a democracia.
El comunismo es una concepción ideológica que abreva en el marxismo. Está vinculado más que nada a un sistema económico ya que esencialmente se trata de una manera de administrar la producción y la distribución de la riqueza producida. Su imposición siempre fue el fruto de gobiernos dictatoriales. No podría ser de otra manera ya que, además de otras razones, su presencia contrasta con un modelo vigente de por siglos (Economía de Mercado), que ha generado centros de poder y concentración económica financiera, que ofrece la proverbial resistencia a los cambios. De aquí la necesidad de violencia que necesita el comunismo para instalarse. Ello no obsta para que las autoridades de un país con régimen comunista ya instalado no sean elegidas por el voto popular, con lo cual estaríamos frente a una democracia según la acepción académica del Pequeño Larousse. Que a todas luces colisiona con la naturaleza propia de este sistema de organización social.
Esta colisión se produce por cuanto el comunismo es un sistema económico enclavado bajo una forma determinada de gobierno: la dictadura del proletariado según proclaman sus defensores, aunque distorsionada de acuerdo con lo acontecido en la realidad. En los casos conocidos se trata de la dictadura de una persona o un conjunto de personas.
Forma de gobierno
La democracia constituye una forma de gobierno en cuyo seno la actividad económica se desarrolla bajo el régimen de libertad individual y su correlato, la propiedad privada, concepto éste que debe considerarse como la expresión económica de aquella libertad.
Estas cualidades dieron lugar a la conformación del Capitalismo (Economía de Mercado con sistema de precios), que es sin dudas, la mejor manera conocida de producir y distribuir riqueza.
El grado de civilización alcanzado por la humanidad, absolutamente resultante de este sistema económico, es testigo más que demostrativo y elocuente de ello. Los métodos que alternativamente se pusieron en práctica en los últimos cien años (corporativismo nazi fascista populista y capitalismo de estado marxista) fueron un rotundo fracaso.
En su vinculación con la Economía (actividad del ser humano para obtener la satisfacción de sus necesidades), a la Democracia debe tenérsela en cuenta bajo la acepción “gobierno de los pueblos”.
Democracia en Grecia
Es una verdad de Perogrullo decir que la democracia es una forma de gobernar que inventaron los griegos. En la antigua Grecia funcionaba con un modo semejante a la democracia representativa que hoy en día conocemos. Era el primer escalón del gobierno ejercido por todos los ciudadanos. En sus momentos de apogeo inventó en sí misma a la representatividad como una consecuencia de su propia naturaleza, de la confianza que generaba su funcionamiento.
La participación en el gobierno era voluntaria, ejercida en la asamblea del pueblo (la ekklesia) y los ciudadanos que no concurrían a la misma aceptaban de hecho la representación que ejercían los que iban al Ágora, con lo cual éstos estaban imbuidos de representatividad.
El pueblo griego y sus instituciones tenían vida efectiva en el ámbito de las tribus o demos. En cada uno de ellos funcionaba una asamblea. Era el lugar donde se ejercía el gobierno, propio y libre. En él, y con las características señaladas, convivían los helénicos.
A partir del gobierno de Clístenes. “el Ática quedó dividido en diez demos. Pequeños centros territoriales con su vida municipal y administración local, con sus magistrados, sus asambleas, sus decretos. La política se practicaba en ellos a muy pequeña escala, entre gentes que se conocían”. Las diez tribus que diseñó Clístenes eran iguales en sus derechos y en su estructura.
Los demos formados por los ciudadanos identificados por la unidad política o tribu a la que pertenecían, eran muy parecidos a nuestras comunas escribió Jacqueline de Romilly, autora a la que se recurrió para rescatar los conceptos entre comillas. Constituyen el más antiguo antecedente de una buena escuela de política local.
El pueblo reunido en asamblea gobernaba directamente en ellos, en lugar de limitarse a la elección de los gobernantes. Cosa que también hacía cuando se trataba de nombrar a los arcontes y jueces. Cuando entraban en juego unas asambleas con la participación de todos los habitantes, si bien se encontraban ampliamente abiertas a la masa, el Consejo que preparaba sus deliberaciones y velaba sobre su ejecución, estaba constituido por quinientas personas (Consejo de los Quinientos) elegidas por sorteo en los demos, con mandato por un año. Cincuenta representantes por cada uno de los diez demos. La concurrencia de los ciudadanos a las asambleas en representación de los demos derivó en el concepto democracia, es decir, gobierno de los demos, gobierno de los pueblos. Y siguiendo el criterio de Jacqueline de Romilly, bien podemos decir gobierno de los municipios.
La Democracia fue el fermento natural y caldo de cultivo de la grandeza helénica. La autonomía de los demos contribuyó a amalgamar los intereses personales y locales con el núcleo común de conceptos que los indujo a constituir su nacionalidad. La fortaleza de sus componentes apareció por efecto de la participación, individual y colectiva.
Si bien con disímiles características, recurriendo algunas veces a la organización republicana o por lo menos reconociendo la existencia de los tres tipos de instituciones básicas (poderes ejecutivo, legislativo y judicial), no es sino la esencia de organización comunal lo que dio lugar desde siempre a la fortaleza de las ciudades y las naciones. Las mismas que impulsaron el Renacimiento y otorgaron fortaleza a otros pueblos con el devenir de los tiempos. A España desde el Siglo XIII hasta mediados del XV. Período en el cual, luego de derrotar al poder bélico de los árabes, pasó a ser el Imperio en cuyos dominios no se escondía el sol. A Inglaterra que se constituyó en la reina de los mares y primera potencia durante más de cien años. A los Estados Unidos, que la sustituyó en el papel de primer potencia hasta nuestros días. A Canadá, que en la actualidad posee el privilegio de ser uno de los países con mejor calidad de vida en todo el orbe.
La expresión moderna / Federalismo
El Demos fue a Grecia lo que el municipio es a los pueblos contemporáneos. Se trata de una entidad natural que nace a partir de la sociabilidad de los seres humanos. En consecuencia “no pudo haber sido creada por la teoría del derecho ni tampoco por su referente empírico, el derecho positivo, porque se trata de algo preexistente a toda disposición normativa”• (Ricardo Miguel Zuccherino).
Tal como sucedió en Grecia, el autor citado afirmó que el municipio de los tiempos modernos nació asumiendo naturalmente todos los atributos de autonomía institucional y administración funcional. Y continúa siendo el órgano primigenio de la organización política de las naciones poderosas. Es el lugar donde se asignan los recursos para subvenir las necesidades inmediatas de instrucción, seguridad, salud, justicia y se provee a la infraestructura social. Este funcionamiento, mediante el cual se tiende a dar cobertura localmente a las necesidades sociales descriptas, es el Federalismo.
Mediante el mismo, se trata de mantener el espíritu o sistema de confederación entre comunidades organizadas, constituyendo una alianza, unión o pacto de convivencia entre ellas. Manteniendo en su seno el poder de decisión en la obtención y posterior asignación de los recursos en todos aquellos asuntos propios de cada una. Alentando la toma de medidas desde el poder confederado en cuanto a temas que involucran a todos los miembros de la confederación como la defensa, red camineras integrales, macro fuentes de energía, etc.
A través de la historia de la humanidad los resultados obtenidos con el federalismo son harto elocuentes. Los países que se constituyeron en verdaderas potencias económicas utilizaron y utilizan el sistema aunque no ya con la denominación de demos sino llamando municipio, condado o cantón a las unidades políticas menores. Se trata de la más eficiente, económica y eficaz forma de recaudar y utilizar recursos sociales.
La desentralización determina la inexistencia de la concentración de poder que conduce a la corrupción y al despotismo. También de esta siniestra conjunción tenemos claros ejemplos que naturalmente debe inclinarnos a desechar el unitarismo y bregar por la implantación del federalismo.
Democracia / Economía de Mercado
Por su parte, el Capitalismo con Economía de Mercado, lejos del Capitalismo de Estado propio del nazifascismoestalisnismo, constituye la expresión económica de la Democracia. Exige libertad, acompañada de su expresión económica, la Propiedad Privada.
El medio ideal para su desarrollo, que conlleva racionalidad en la producción de bienes y la prestación de servicios, es aquél donde las reglas de juego son lo suficientemente permanentes como para tener la previsibilidad en cuando a su permanencia y modificación se refiere. La conjunción de libertad y propiedad privada en el marco legal adecuado es la mayor garantía que se puede ofrecer a las comunidades para el desenvolvimiento económico.
La libertad establece la facultad de ejercer actividad económica limitada únicamente por las leyes de la comunidad, sin que ningún poder despótico establezca qué, cuánto, cómo y para quién producir.
La Propiedad Privada hace lo propio con el derecho de disponer libremente de lo que se produce.
El régimen legal adecuado proporciona la garantía de respetar por todos y en todo tiempo y lugar aquellos derechos.
En estas condiciones surge la competitividad que conduce a que los organizadores de la producción se orienten a obtener el mejor producto al costo más bajo posible para poder colocarlo en el mercado. En un proceso donde libremente y sin límite de número, funcionan las empresas (unidades de producción), donde normalmente se procede a la obtención y asignación de recursos con absoluta tendencia hacia la eficiencia, economía y eficacia.
Podrá observase entonces, que Federalismo Político y Economía Capitalista, son métodos totalmente congruentes. Es la mejor combinación posible conocida de organizarse las comunidades. Adviértase los elementos comunes:
• La libertad de decisión está presente en cada comunidad y en cada unidad de producción
• Pasa lo propio en cuando al derecho a disponer libremente de la obtención de recursos
• Las necesidades de funcionamiento se detectan mejor y más rápidamente en ambos lugares debido a la cercanía respecto de los acontecimientos, tanto en el tiempo como en el espacio. Su cobertura puede lograrse más rápida, eficiente y eficaz y económicamente en ambos sectores con sus consecuentes beneficios.
• El derecho a la propiedad de los bienes sociales lo ejercen los vecinos a través de las autoridades locales y los titulares empresarios (dueños unipersonales, sociedades, cooperativas, etc.) en sus respectivas unidades productivas.
Los conceptos Economía Capitalista de Mercado y Democracia (que necesariamente reconoce el derecho a gobierno propio de cada comunidad) son Interdependientes. Recíprocamente, la existencia de uno de ellos es ampliamente favorecida por la del otro a tal punto que, para existir cada uno de ellos, es condición necesaria que existan ambos.
El Capitalismo es la expresión democrática de la economía. El federalismo es la expresión democrática de la organización social.
Economía de Mercado en Democracia es la mejor conjunción.