miércoles, 7 de octubre de 2009

Un falso acuerdo con el FMI para mantener la burbuja de los bonos

Bomba de humo en Estambul:

POR EDGAR MAINHARD

No es cierto que la Argentina haya recuperado vínculos aceptables con el Fondo Monetario Internacional, afirman quienes conocen qué está ocurriendo en Estambul, Turquía. Afirman que solamente hay una fuerte operación mediática destinada al mercado doméstico de bonos públicos.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Ya va siendo hora de calmar los ánimos exacerbados de algunos especuladores sueltos en la City, de la mano de algunos comunicadores oficialistas.

La versión de que la Argentina estaría recuperando la confianza del Fondo Monetario Internacional o disparates similares solamente apuntó a mantener una fenomenal especulación con la deuda soberana criolla que registró una recuperación notable de su cotización en cualquiera de sus series de emisión.

Es cierto que gente como Mario Blejer se esfuerza ante el FMI por presentar como racional aquello que no lo es. Y Blejer es quien transmite que está OK un acuerdo con los bonistas hold-out, que está OK una homologación estadística con el FMI, que está OK el regreso al mercado global de deuda. Pero se necesita bastante más que las buenas intenciones de Blejer.

Bienvenidos los negocios en una economía que padece la ausencia de actividades interesantes, aún cuando resulten solamente financieros. Intentar recrear el ambiente de negocios es lícito en días cuando el clasismo obrero imagina una inverosimil revolución trotskysta en el siglo 21 y hay sindicalistas que hasta proponen la expropiación de Kraft Foods Argentina con una irresponsabilidad similar a la que utilizaron para reclamar la reestatización de Aerolíneas Argentinas/Austral Líneas Aéreas o antes la del servicio que prestaba Aguas Argentinas.

¿No es ridículo que ocurra todo esto mientras se desliza el globo del acuerdo con el FMI?

Mientras los idiotas útiles transversales se golpean el pecho predicando las falsas bondades del modelo productivo y las mentiras del capitalismo nacional, el kirchnerismo hace sorprendentes negocios con la compraventa de bonos.

Pero para que la rentabilidad fuese aceptable había que subir al ministro Amado Boudou a la montaña rusa, mientras alguna prensa desconsiderada para con la verdad, mentía a destajo.

> Dijeron que el Gobierno argentino se aprestaba a emitir un nuevo bono cuando no es más que una intención producto de la necesidad fiscal, pero sin fecha, imposible de realizar si no se verifica el reencuentro amigable con el FMI.

> Sostuvieron que el Gobierno argentino tiene definida una reapertura del canje de deuda para incorporar a los hold-out, cuando el asunto es bastante más complejo: hay que modificar una ley Kirchner-Lavagna que prohibió la reapertura del canje, y debe convencerse a los bonistas hold-out con una oferta que, sin embargo, resulte equivalente a la realizada a los bonistas hold-in.

> Afirmaron que estaba acordado que el FMI enviaría una misión técnica a la Argentina para recopilar datos, lo que equivale a legitimar las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, por ejemplo, sin introducir reajustes en las cuestionadas metodologías de ese organismo público argentino.

La misión no tiene fecha, no llegará en lo que resta de 2009 y no pudo profundizarse demasiado porque tanto Nicolás Eyzaguirre, director del FMI para el Hemisferio Occidental, como Dominique Strauss-Kahn, director-gerente del FMI, descubrieron en Estambul que dialogaban con un ministro de Economía argentino sin capacidad de decisión, que todo debe consultarlo y, entonces, hace falta que Boudou consulte con sus mandantes y, luego, una nueva ronda de conversaciones.

En la Argentina, de pronto, cualquiera opina sobre el FMI como si realmente conociera el funcionamiento de las instituciones nacidas por los Acuerdos de Bretton Woods.

Y todo apunta a mantener inflada la burbuja de los bonos.

Pero la realidad es que para que la Argentina recupere credibilidad en el FMI falta bastante, en el mejor de los casos. Para el FMI, todavía no ha cambiado nada en el vínculo, y algún funcionario del Fondo será el responsable de explicarlo en horas más. El FMI insistirá que mantiene su buena voluntad pero también sus exigencias, que son similares para todos los países, y no discrecionales (para unos sí, para otros no).

En buena hora que los Kirchner intenten regresar al mundo, en especial si pretenden que la Argentina no sea expulsada del G-20 (a Chile le fascinaría sustituir a la Argentina y la verdad es que, aunque todavía resulte una economía de tamaño menor, Brasil está evaluándolo), pero los procedimientos con el FMI son estándares, aún en la recopilación estadística rutinaria establecida por el Artículo IV.

Ahora, habrá que trabajar más y tomar algunas decisiones importantes aún cuando no se trate de una auditoría: la metodología estadística argentina se encuentra sospechada y habrá que compatibilizarla. De lo contrario, no habrá emisión de nuevo bono ni salida del default con el Club de París.

En cuanto a la burbuja de los bonos, necesita de información veraz para mantenerse consistente. De lo contrario, la pobreza de los negocios posibles en la Argentina no permitirá ni siquiera una especulación financiera...

No hay comentarios:

Publicar un comentario