Por César Ramón Cuello
Estamos estrenando el nuevo diseño de nuestro blog. Nada mejor entonces que ofrecerlo para desarrollar en el mismo nuestro propósito inicial: trabajar para el largo plazo.
La tarea propuesta lo es sobre la base de las palabras de Pellegrini, tiempo y trabajo, que pretendemos sean las luminarias que le presten luz a nuestro camino. Aunque no obtengamos todo el éxito que quisiéramos, lo importante es que siempre nos encuentren en el empeño de lograrlo.
Todos los que así lo quieran, tienen en Conapas el espacio para verter el fruto de la investigación, el estudio, la experiencia y el trabajo para brindar propuestas que pretendan mejorar la vida en comunidad.
La sociedad de los humanos se nos presenta en la realidad como un conjunto de sectores que pueden observarse con precisa definición y cada uno de esos sectores cumpliendo funciones inherentes que les compete.
En el cuerpo humano la función de cada órgano es un atributo genético. En el social, la ubicación y función de los individuos que la componen responde más que nada a la vocación y necesidades. En el caso de las funciones específicas, a la convención en algunos casos y a decisiones dictatoriales en otras.
Este cuadro de actuación social se pone de manifiesto en la manera de producir y prestar servicios para satisfacer necesidades, tanto individuales como colectivas. Esto, mediante la aplicación de mecanismos que se ajustan a las convicciones o voluntad de los que tienen poder suficientes para instrumentarlos, provenga éste de la voluntad colectiva concensuada (autoridades democráticas) o haciendo caso omiso de ella (dictaduras).
A lo largo de su historia el hombre ha convivido con diversas maneras de obtener bienes y servicios, esto es, de llevar a cabo la actividad económica luego de superar la de subsistencia..
A partir de la libertad organizativa que en Europa lograron las comunidades a mediados del Siglo XVI, se empezó a dar forma a los criterios que cimentaron la modernidad al respecto.
En efecto, fue desapareciendo paulatinamente el poder omnímodo de los titulares del poder feudal y monárquico sobre los factores de producción y sobre las reglas de juego, ratificando las conquistas en tal sentido que se obtuvieron en Inglaterra corriendo el Siglo XIII. Ello dio lugar a un derecho fundamental en el sistema: la Propiedad Privada.
Libertad y Propiedad Privada fueron los pilares sobre los que se edificó un sistema que permitió producir cada vez más de lo estrictamente necesario. Para dejar en el olvido la economía de subsistencia. La acumulación (ahorro) a que dio lugar pudo sostener a su vez, la investigación científica. La aplicación técnica de sus resultados fructificó en el progreso que llevó a la humanidad al grado de civilización alcanzado en la actualidad.
El republicanismo de Montesquiú, heredero del modelo griego, fue el complemento que le proporcionó forma a las democracias modernas.
Justo y necesario es reconocer que no todos de los más de siete mil millones de hombres y mujeres que habitan la Tierra, han sido alcanzados por los beneficios del progreso. Pero también debe admitirse que la proporción que sí lo ha sido, es muchísimo mayor que antaño. Esta relación de beneficio es hacia donde debe apuntar la acción de los que ejercen el mando en la conducción social.
De ahí la importancia de instrumentar Políticas de Estado para acercarnos cada día más al estado ideal donde todos los habitantes del planeta gocen de los mayores beneficios que se puedan alcanzar.
¿Cuál es entonces la mejor Política de Estado en el estado de situación de nuestra Patria? La respuesta puede ser variada, pero cada una de esa variedad debe proporcionar el otro elemento con el que se constituye el trípode de sustento: la confianza. Que se genera en un ámbito de reglas de juego permanentes en grado suficiente, donde tienen presencia la libertad para orientarse y hacer, y el respeto a la propiedad privada.
La libertad es el caldo de cultivo de la creatividad. El derecho a la Propiedad Privada es la garantía de que se admitirá como propio el esfuerzo de cada uno. Es decir, que la ética con su producto, las reglas morales, rija las conductas. Las de los habitantes en general y la de los funcionarios públicos en particular. Para que algunos no tomen aquello que no es propio, que no es fruto de su esfuerzo, de su trabajo. Más que una ideología estos valores representan una manera de vivir en armonía con los semejantes. Que contribuyó a eliminar el vasallaje y la esclavitud. Su permanencia despierta la confianza para el trabajo, para acceder al crédito utilizando el ahorro acumulado, para actuar como prestadores los que poseen y/o administran ese ahorro. En fin, para creer en el futuro. De suceder lo contrario se corre serio riesgo de, más que alcanzar bienestar, sumirnos en un estado de postración social y miseria.
Poseer los bienes y acceder a los servicios necesarios y suficientes es el objeto de la economía.
Libertad, Derecho a la Propiedad Privada, Confianza, conducta con arreglo a la moral, son los condimentos necesarios en el caldero de las reglas de juego.
La mejor Política de Estado es aquella que los contiene.
La Plata, 19 de agosto de 2009
Estamos estrenando el nuevo diseño de nuestro blog. Nada mejor entonces que ofrecerlo para desarrollar en el mismo nuestro propósito inicial: trabajar para el largo plazo.
La tarea propuesta lo es sobre la base de las palabras de Pellegrini, tiempo y trabajo, que pretendemos sean las luminarias que le presten luz a nuestro camino. Aunque no obtengamos todo el éxito que quisiéramos, lo importante es que siempre nos encuentren en el empeño de lograrlo.
Todos los que así lo quieran, tienen en Conapas el espacio para verter el fruto de la investigación, el estudio, la experiencia y el trabajo para brindar propuestas que pretendan mejorar la vida en comunidad.
La sociedad de los humanos se nos presenta en la realidad como un conjunto de sectores que pueden observarse con precisa definición y cada uno de esos sectores cumpliendo funciones inherentes que les compete.
En el cuerpo humano la función de cada órgano es un atributo genético. En el social, la ubicación y función de los individuos que la componen responde más que nada a la vocación y necesidades. En el caso de las funciones específicas, a la convención en algunos casos y a decisiones dictatoriales en otras.
Este cuadro de actuación social se pone de manifiesto en la manera de producir y prestar servicios para satisfacer necesidades, tanto individuales como colectivas. Esto, mediante la aplicación de mecanismos que se ajustan a las convicciones o voluntad de los que tienen poder suficientes para instrumentarlos, provenga éste de la voluntad colectiva concensuada (autoridades democráticas) o haciendo caso omiso de ella (dictaduras).
A lo largo de su historia el hombre ha convivido con diversas maneras de obtener bienes y servicios, esto es, de llevar a cabo la actividad económica luego de superar la de subsistencia..
A partir de la libertad organizativa que en Europa lograron las comunidades a mediados del Siglo XVI, se empezó a dar forma a los criterios que cimentaron la modernidad al respecto.
En efecto, fue desapareciendo paulatinamente el poder omnímodo de los titulares del poder feudal y monárquico sobre los factores de producción y sobre las reglas de juego, ratificando las conquistas en tal sentido que se obtuvieron en Inglaterra corriendo el Siglo XIII. Ello dio lugar a un derecho fundamental en el sistema: la Propiedad Privada.
Libertad y Propiedad Privada fueron los pilares sobre los que se edificó un sistema que permitió producir cada vez más de lo estrictamente necesario. Para dejar en el olvido la economía de subsistencia. La acumulación (ahorro) a que dio lugar pudo sostener a su vez, la investigación científica. La aplicación técnica de sus resultados fructificó en el progreso que llevó a la humanidad al grado de civilización alcanzado en la actualidad.
El republicanismo de Montesquiú, heredero del modelo griego, fue el complemento que le proporcionó forma a las democracias modernas.
Justo y necesario es reconocer que no todos de los más de siete mil millones de hombres y mujeres que habitan la Tierra, han sido alcanzados por los beneficios del progreso. Pero también debe admitirse que la proporción que sí lo ha sido, es muchísimo mayor que antaño. Esta relación de beneficio es hacia donde debe apuntar la acción de los que ejercen el mando en la conducción social.
De ahí la importancia de instrumentar Políticas de Estado para acercarnos cada día más al estado ideal donde todos los habitantes del planeta gocen de los mayores beneficios que se puedan alcanzar.
¿Cuál es entonces la mejor Política de Estado en el estado de situación de nuestra Patria? La respuesta puede ser variada, pero cada una de esa variedad debe proporcionar el otro elemento con el que se constituye el trípode de sustento: la confianza. Que se genera en un ámbito de reglas de juego permanentes en grado suficiente, donde tienen presencia la libertad para orientarse y hacer, y el respeto a la propiedad privada.
La libertad es el caldo de cultivo de la creatividad. El derecho a la Propiedad Privada es la garantía de que se admitirá como propio el esfuerzo de cada uno. Es decir, que la ética con su producto, las reglas morales, rija las conductas. Las de los habitantes en general y la de los funcionarios públicos en particular. Para que algunos no tomen aquello que no es propio, que no es fruto de su esfuerzo, de su trabajo. Más que una ideología estos valores representan una manera de vivir en armonía con los semejantes. Que contribuyó a eliminar el vasallaje y la esclavitud. Su permanencia despierta la confianza para el trabajo, para acceder al crédito utilizando el ahorro acumulado, para actuar como prestadores los que poseen y/o administran ese ahorro. En fin, para creer en el futuro. De suceder lo contrario se corre serio riesgo de, más que alcanzar bienestar, sumirnos en un estado de postración social y miseria.
Poseer los bienes y acceder a los servicios necesarios y suficientes es el objeto de la economía.
Libertad, Derecho a la Propiedad Privada, Confianza, conducta con arreglo a la moral, son los condimentos necesarios en el caldero de las reglas de juego.
La mejor Política de Estado es aquella que los contiene.
La Plata, 19 de agosto de 2009
Hola CONAPAS, felicitaciones muy lindo blog, interesante ptoyecto, la presente nota 19/08/09, acertada y real.- comparto el concepto de politica de estado, y le agregaría "para la felicidad del puebo en paz". cordialmente cristina
ResponderEliminarHola. Estoy muy de acuerdo que en base a la confianza se puede construir un GRAN PAIS, pero como hacemos para que en este lugar del mundo VUELVA. fELICITACIONES POR LA NOTA, ME SIENTO IDENTIFICAGA EN MI MODO DE PENSAR
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