miércoles, 29 de julio de 2009

NUESTRO PROPÒSITO

No hay obra útil ni grande si no
la fecunda el trabajo y el tiempo
Carlos Pellegrini

El nombre que nos identifica – Conapas – contiene en sí mismo el propósito que guía la tarea emprendida.
Consiste en contribuir a modificar la realidad para mejorar la calidad de vida de los hombres y mujeres que componen el pueblo de la Nación Argentina, asumiendo una definición del vocablo política en el sentido cabal de la expresión.
Es cierto que en esta acción estuvieron muchos hombres y mujeres que a lo largo de casi doscientos años jalonan nuestra vida independiente. Es cierto también que debiéramos constantemente nombrar a alguno de ellos para tener siempre presente cuál es el rumbo que debemos mantener. Para evitar caer en desviaciones que no permiten alcanzar el destino que merecen todos los que ofrecen sus ideas, su trabajo y su fe para llegar a tan preciada meta.
El pueblo argentino es, a nuestro juicio, merecedor cada día, de un presente distinto del que actualmente está viviendo con exclusión, naturalmente, de los que medran en su nombre apelando a arteras y perversas conductas.
Una frase de aquellos hombres consta en el epígrafe que cobija estas palabras. Escritas con la intención de manifestar nuestra voluntad de utilizar las dos herramientas, trabajo y tiempo, para que la acción del presente, y la que nos depare el futuro, nos permitan ir elaborando e incorporando los elementos que constituirán un pasado que enorgullezca a los argentinos del porvenir. Una pasado que, como el que contiene los paradigmas que nos legaron los hombres y mujeres que consideramos hacedores de nuestra nacionalidad, seamos capaces de brindar a las generaciones futuras.
Hoy es el momento de actuar. Es el momento de actuar de los jóvenes y los no tan jóvenes para continuar transitando los caminos del esfuerzo continuado, de la ética y la consideración de la propia dignidad y la de los semejantes.
Para iniciar la tarea se recurrió a las mencionadas palabras de Carlos Pellegrini. Para proseguir con ella se tendrán presente dos hechos de su vida, rescatados por Mario Morando, que vale la pena señalarlos para que sirvan de luminaria en el derrotero.
Cuando pasó a ocupar el cargo de Presidente de la República tenía deudas con bancos por la suma de ciento veinte mil pesos de la época. Hizo y dijo entonces: Vendí bienes que poseía y cancelé todas mis deudas. No es ético ser deudor si tengo que oficialmente controlarlos (a los bancos).
Antes, por su acción defendiendo el orden constitucional siendo vicepresidente en la Revolución del 90, el presidente Juárez Celman quiso premiarlo enviando al Senado (del cual era su jefe) el pliego para designarlo General de la Nación. La respuesta para rechazar el ofrecimiento, haciendo trizas el documento, fue lapidaria: De ninguna manera se trata. Esto no es un carnaval.
Es que en su acervo cultural estaba presente la ética y ausentes los apetitos espurios.
La tarea de Conapas está orientada a contribuir al diseño y puesta en práctica de Políticas de Estado que permitan obtener los medios para concretar los fines escritos en el Preámbulo de la Constitución Nacional. Ello implica poder vivir los argentinos en un estado de bienestar espiritual y en paz. Discutir y buscar soluciones para los problemas que lo impidan. Contribuir a esclarecer sobre los grandes temas de vigencia permanente: el sentido de la justicia, el rol de la familia, el respeto a las creencias, la manera de producir riqueza para subvenir necesidades, el funcionamiento del sistema social.
Nuestro propósito es contribuir a alcanzar lo que nos merecemos alcanzar.

La Plata, julio de 2009
César Ramón Cuello

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