viernes, 11 de septiembre de 2009

Carta abierta a Arturo Larrabure (sobre Carlos Del Frade)

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La coherencia oportunista de Del Frade muestra su encanto en casi toda su actuación pública arrastrando sus prejuicios hasta la negación de la verdad.
Cuento una anécdota sobre el libro primero de Eduardo Ramos que no suma demasiado a la barrabasada de negar el martirio del Cnl Larrabure.

Por Juan Carlos Sánchez Dodorico


Querido Arturo:

Leí la nota de Del Frade sobre la muerte de tu papá. Seguramente habrá llegado al éxtasis al ser publicada por medios nacionales, y también leí tu acertada e irreprochable respuesta.

Que no te asombren los dichos de Del Frade, siempre fue un opinador desprolijo apañado por sectores izquierdosos que comparten su búsqueda de notoriedad y denarios. El muchacho (ya no tan aunque inmaduro aún) elabora sus conceptos con refritos y los amontona y es, como digo arriba, coherente siempre desde la estupidez y esto no es insulto sino dato, véase el diccionario de la RAE.
Está discapacitado para admitir que tu papá fue torturado y asesinado porque a él se le ocurre que no es conveniente a su causa y la de sus amigotes y eso basta. Prejuzga y juzga desconociendo la causa. A modo de prueba te cuento una anécdota interesante que lo pinta de cuerpo entero.

Cuando Eduardo Ramos, mi amigo escritor y preso político publicó su opera prima “Los Años de Plomo” que edite y tuve el honor de presentar en el auditorio del Hotel Corrientes de Santa Fe, a pocos días me llaman desde la Librería Ross de Rosario solicitando el envío de algunos libros para su venta. Allá vamos Ramos, el ComMy (R)Vicente Andreani y yo llevando unos cuantos.
En la librería (sita en la peatonal rosarina) nos atendieron de maravilla, colocaron los libros en un espacio visible a la entrada del local, prometieron colocarlo en vidriera inmediatamente y nos ofrecieron su auditorio –que nos mostraron- para presentar la obra. Fijamos fecha cercana pues sabíamos que Eduardo en cualquier momento sería detenido y regresamos a Santa Fe.
Al día siguiente me telefonean nuevamente de la Librería Ross diciéndome que por error nos asignaron una fecha para la presentación que estaba ocupada. Cuando pregunté sobre la nueva fecha posible, ante las dubitaciones de la interlocutora (que dijo ser hija de la dueña) entendí. No habría presentación. Algo o alguien se cruzó en medio.
Pedí a un colega que pase por el local para ver si los libros de Ramos estaban expuestos y este me informó que no estaban visibles y que cuando preguntó si lo tenían la respuesta fue negativa.
Aún no pudimos hacernos con los creo que 50 ejemplares que dejamos en consignación. Eduardo luego fue preso y el comprobante debe haberse perdido en alguno de las mudanzas de la familia.

Al poco tiempo aparece por la redacción de mis diarios digitales el ComGral (R) Luis Alberto Galanzino solicitando la edición de su libro “Poder, Justicia y Drogas” que lleva mi prólogo.
Aceptado el encargo y publicada la obra, cargo en mi auto la edición y se la llevo al “Carancho” a Rosario donde pernocto y al día siguiente voy con él a la Librería Ross en busca de los libros escondidos de Eduardo Ramos. Se excusaron diciendo que el encargado del depósito no estaba y que cuando regresara se los harían buscar y que la presentación se suspendió por lo delicado de la situación de comercializar el libro de un detenido por las causas de los derechos humanos. A fin de mejor tragar el disgusto lo invito a Galazino a tomar una cerveza y nos sentamos en un bar de por allí. Un joven a quien no conocía se acerca a saludar al ComGral y lo felicita por su libro, Galanzino me presenta como su editor y prologuista, y al joven como Carlos Del Frade que me elogia por ello pese a que golpea duramente a Jorge Obeid, por entonces Gobernador de la provincia y dados mis “antecedentes” peronistas. Todo bien y soportable hasta que...

En medio de la conversación Del Frade me sorprende cuando dice: “...fui a la Ross y les dije que como era posible que tuvieran a la venta el libro de un asesino y torturador...” por “Los Años de Plomo” agregando “...y los sacaron de la venta...”
- ¿Leíste el libro? –Pregunté-
- No, no hace falta. El autor es un asesino.

Por respeto a Galanzino me levanté, pagué y me fui a la mierda. Esta es preferible a ese otro tipo de deposición ideológica parlante.

Así que, querido Arturo, ya ves... El veraz y confiable periodista Carlos Del Frade se desinteresa por la verdad.
Lo que denuncia Ramos en su libro es muy pesado, extremadamente pesado, y ninguno de los citados en él salió a negarlo. A confesión de partes relevo de pruebas o el que calla, otorga. Pero eso a Del Frade lo tiene sin cuidado.

Que no te perturbe entonces lo que Del Frade diga de tu papá y si tropiezas con él y dice que es un día soleado, salí con paraguas.

Sigue luchando junto a Javier Vigo, algún día habrá justicia en la Argentina.

Un cálido abrazo y un saludo afectuoso a tu familia.

JC

E-mail del autor zschez@yahoo.com.ar
10 Set 09


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